Un trabajador que elige a una empresa como la opción para desarrollar su vida personal viene cargado de expectativas y con un imaginario predefinido sobre cómo es la empresa. Si bien en el proceso de selección ya ha empezado a conocer parte de la cultura, es el onboarding donde se determinan las bases de la relación profesional que ha iniciado. Por ello, la vinculación e integración de un nuevo colaborador a la empresa debe ser un proceso eficiente y organizado, pues esta es el espacio donde la compañía se presenta formalmente ante el talento humano, constituyéndolo en la primera semilla de sentido de pertenencia que se siembra.
En términos técnicos, el Onboarding es un proceso de acogida, incorporación y socialización que ponen en marcha las compañías para orientar a los nuevos empleados hacia sus objetivos, políticas y funcionamiento. Sin embargo, aún cuando muchas organizaciones consideran este proceso como un trámite burocrático, la realidad es que es una de las etapas más importantes para generar conexión con el nuevo empleado.
Por ello, si la semilla fue bien plantada, es decir, un proceso de onboarding realizado de forma estratégica, la germinación de dicha semilla traerá consigo múltiples frutos (beneficios), teniendo entre los más destacados los siguientes:
- Mejora la productividad: Cuando un nuevo empleado se une a una empresa, necesita conocer los procesos, las políticas, los procedimientos y los sistemas. Si la empresa no cuenta con un proceso de onboarding estructurado, el empleado puede tardar semanas o incluso meses en comprender todos estos aspectos. El onboarding permite que los nuevos empleados conozcan y perciban la cultura, los valores y la visión de la empresa, lo que les permite integrarse de manera más eficiente y rápida.
- Fomenta la fidelización del talento: Los empleados que se sienten valorados y que se integran bien en la empresa tienen más probabilidades de quedarse. Un proceso de onboarding efectivo permite a los nuevos empleados sentirse bienvenidos y valorados, lo que a su vez aumenta la probabilidad de satisfacción y fidelización.
- Reduce los costos de rotación: La rotación de personal puede ser costosa para las empresas, ya que deben invertir tiempo y recursos en la búsqueda y selección de nuevos empleados, así como en su entrenamiento y adaptación. Un proceso de onboarding bien estructurado ayuda a los nuevos empleados a sentirse cómodos y a acelerar su adaptación a la empresa.
- Aumenta la satisfacción del cliente: Los empleados felices y bien integrados en la compañía son más propensos a brindar un mejor servicio al cliente. Cuando los empleados conocen la empresa y sus productos o servicios, pueden ofrecer información valiosa a los clientes y solucionar problemas con mayor eficacia.

Lo reiteramos: realizar un proceso de onboarding es una de las semillas claves para fidelizar el talento, y tradicionalmente es propio de la gestión de talento humano; sin embargo, el recibimiento y la bienvenida de ese trabajador es una tarea de todo el equipo de trabajo. De ahí, la relevancia de ir más allá de lo procedimental y enfocarse en diseñar e implementar procesos humanizados que acojan desde la filosofía corporativa a esos nuevos miembros del equipo. Te sorprenderías de las infinitas posibilidades que se pueden crear cuando las empresas se arriesgan a ir más allá de una simple charla o video a diseñar una experiencia de unión, conexión y pasión. ¡Cuenta con nosotros para apoyarte en ese proceso!