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5 habilidades para fortalecer el espíritu del trabajo en equipo

En la actualidad, los diferentes tipos de liderazgo se proponen un mismo objetivo: romper con las antiguas formas de trabajar en equipo. La importancia de incluir nuevas dimensiones en la gestión del trabajo colaborativo con los miembros de tu empresa, organización o compañía, ha fortalecido en la práctica las competencias de liderazgo en pro de crear un impacto positivo frente a las relaciones interpersonales al interior de un equipo.

Por eso, en esta ocasión, te traemos 5 habilidades base para potenciar al máximo el espíritu de trabajo en equipo de tu empresa:

1. Confianza: Trabajar en un entorno laboral donde predomine la confianza y el respeto entre todos sus miembros es vital para un equipo de trabajo. Es importante generar espacios donde cada quien se sienta seguro de recurrir a pedir el apoyo del otro para dialogar abiertamente sobre distintas situaciones que le acontecen. Para desarrollar este valor es necesario fomentar la escucha activa, darle  importancia a las necesidades del otro y trabajar proactivamente.

2. Comunicación asertiva: Gran parte de una excelente comunicación nace de la práctica continua de expresar de forma clara y respetuosa las dificultades y alternativas que se desea ejecutar para alcanzar las metas. Además de transmitir un mensaje, la relevancia de que el mensaje sea comprendido adecuadamente es ideal para crear espacios compartidos donde pueda hablarse de diversos temas sin que nadie se sienta ignorado o molesto. 

3. Empatía: Esta es una de las cualidades más importantes para cualquier empresa. Los resultados que se quieren obtener y la función que desempeña cada miembro del equipo deben ser directamente proporcionales a la capacidad de empatizar unos con los otros. Descubrir e interesarse por aquello que opinan o sienten los demás logrará crear cercanía, unión, conexión y pasión por el trabajo colaborativo, llevándolo de esta forma, a otro nivel.

4. Vínculos honestos: No puede haber buen equipo sin conexiones fluidas, genuinas, empáticas, confiables y asertivas. Los anteriores puntos son los que le dan vida a este cuarto ítem, el cual enfatiza el valor de reconocer al otro como alguien único e importante dentro de tu entorno laboral. Tener una red de apoyo permite crear equipo de trabajo comprometidos con los resultados y con las necesidades del otro. 

5. Autoliderazgo: No se pueden generar procesos de liderazgo inter equipos, si cada miembro no trabaja o lidera aspectos propios de su comportamiento. El autoliderazgo es trabajar y asumir un nivel de responsabilidad con la mejora continua y permanente de los objetivos, partiendo desde el compromiso a saber responder adecuadamente a situaciones de tu entorno de trabajo a nivel personal, y luego, profesional.

Finalmente, el reto radica en conectar cada una de estas habilidades con coherencia e integridad para promover espíritus de trabajo activos y empáticos donde prime la productividad y satisfacción laboral. 

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