Toda organización cuenta con gente, cuyas actitudes y capacidades son el punto de partida para impulsar el desarrollo de una empresa. También, en teoría, cuenta con una identidad filosófica reflejada en valores y/o principios corporativos que definen la esencia de la compañía como tal. Y, en la práctica, que lo segundo suceda y se haga realidad depende en gran medida de lo primero, pues son los colaboradores quienes le dan rostro a estos factores.
Entre los colaboradores que toman la vocería de procesos y proyectos están los líderes, personas capacitadas en el desarrollo técnico de una actividad, y también, en el manejo de equipos, la resolución de conflictos, caracterizados por ser creativos, motivados y encaminados al desarrollo. En el ideal, un líder debe orientar al recurso humano hacia los objetivos trazados y a vivir esa esencia corporativa en cada uno de los miembros de su equipo; sin embargo, para alcanzar esta meta debe tener como base un círculo de confianza y credibilidad.

¿Qué hacer?
Para ello, los líderes deben fomentar espacios de valor, y una herramienta efectiva para hacerlo es la comunicación bidireccional, entendida esta como una red que enlaza conocimientos, experiencia e ideas, fundamentadas en el respeto y, sobre todo, en la escucha; se caracteriza porque no solamente el líder da (habla) sino que también recibe (escucha), por lo que impacta la vocación del liderazgo y, con esto, el progreso de una compañía.
En otras palabras, ayuda a establecer relaciones que impliquen una respuesta mutua y generen conversaciones de valor, conscientes e intencionadas, que estén en función del desarrollo de todos. También, ayuda a disponer de líneas cognitivas y emocionales que estructuren estos espacios para que adquieran significado, pues como destaca Garay, sin comunicación no hay líder, ni mucho menos organizaciones.

Algunos beneficios
Si el liderazgo va de la mano de la comunicación bidireccional se puede:
- Construir una cultura organizacional
- Aplicar nuevas herramientas y estrategias
- Consolidar trabajo en equipo
- Persuadir ante ideas y comportamientos
- Motivar un grupo de colaboradores
- Fomentar la empatía social
Finalmente, nos atrevemos a decir que: para que el #liderazgo se consolide a partir de un proceso de influencia, debe partir de bases comunicativas bidireccionales, y así asumir el reto de crear espacios con sentidos compartidos que contribuyan a alentar el movimiento del equipo por medio de #mensajes claros, eficaces y confiables que sucedan siempre en doble vía.
Referencias bibliográficas
Escandon-Barbosa, D. M., & Hurtado-Ayala, A. (2016). Influencia de los estilos de liderazgo en el desempeño de las empresas exportadoras colombianas. Estudios gerenciales, 32(139), 137-145.
Salazar, M. C., & CORREAL, M. C. (2012). Liderazgo empresarial: visto desde una perspectiva de comunicación organizacional. Universidad EAN, Colombia.
Garay Madariaga, M. (2010). Comunicación y liderazgo: sin comunicación no hay líder. Cuadernos del Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Ensayos, (33), 61-72.
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